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Soportes

Toda bóveda ejerce un doble empuje, uno vertical y otro transversal. Para solucionar la presión vertical se continúan utilizando los soportes internos conformados por las columnas y pilares. Para contrarrestar el empuje transversal, sabemos que la arquitectura románica utilizaba los contrafuertes, pero a medida que se va desarrollando el estilo gótico, los arquitectos recurrieron a unos soportes externos mucho más atrevidos llamados arbotantes.

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